Tu Cuerpo y Yo
Te ha sentido
Intacta
Con la pasión que
al cuerpo da la vida
Como pájaro que
anida sin temores
Amparado por las
sombras de la noche.
Tu alma, sola, me
ha buscado
Me ha querido
solitario de bellezas
Sin fortunas, que
solo ofrecen oro,
Como el árbol que
no da más que fruta
Sin sombras
proyectadas al camino.
Te he sentido
Sujeta entre mis
brazos
Temblando tu cuerpo
en el rocío
De mis besos,
candentes, en tu boca.
Anhelante de
amores.
Indecisa…
Dudando entre el recato y la esperanza
Infinito.
Te he sentido
Salvaje de deseos
amorosos
Enlazadas, nuestras
almas, en tu cuerpo,
Viviendo al compás
de mis deseos.
Y allí,
Eternas noches
Sin mundo que
viviera nuestra dicha
Sostenida mi
palabra en tus pesares,
Vagaba tu cuerpo
entre mis manos
Buscadoras
incesantes…
y morías.