La Nada
Busco en mi alma
lo que oí un día,
Hablaban de otro
mundo venidero,
De una esperanza,
de un tiempo lisonjero,
De una verdad
que, al hablar, se suponía.
Busco esa verdad,
con absorbente celo
Ese mundo, con mi
mente en armonía
Busco ese dios que
siempre prometía
Que encontraría la paz, con mi ulterior deseo.
Y no sé si en ese
caminar, encontraré primero,
El alba, con el
sol, al clarear el día,
O seguiré la luz que
fije un astro nuevo
Pero en la noche
de no retorno, hacia el etéreo
Cuando la muerte
actúe como harpía
Seré la nada en
el misterio eterno.