La Batalla del Balón
Pero no por las
montañas
Ni por cuestiones
de amor.
No podemos
competir
Con aquellos de
Aragón
Que tuvieron sus
amantes
Y además la
tradición
Pero hay
necesidad
De que el turismo
en cuestión
Se promueva hasta
el invierno
Sabemos que lo mejor,
-Hasta Franco lo
sabía-
es que usemos el
balón.
Y siendo tan
ingeniosos
En el pueblo de
Alaró
Decidieron los
que saben
Que para esa
cuestión
Había que ser
valientes
Y usar la
imaginación
Es decir tener
cabeza
Y surgió aquí la
cuestión
Que se armaron un
buen lio
Entre cabeza y
balón
Y como solo había
uno
y regateaban dos
usaron propias cabezas
como segundo
balón
¡Ah! la batalla
de Troya
La enorme
revolución
De los franceses,
y Flandes,
Y aquellos de
Mayo, el dos,
De Goya, los
fusilamientos,
Y la invasión de
Japón
Todo pasará a la
historia
Como un pequeño
chichón
Comparado con la
guerra
En el campo de
Alaró.
Allí corrió todo
el mundo
Hasta la sangre
corrió
Los hombres como
castillos
Lucharon por lo
mejor
Las mujeres
aterradas
Rezaban con
devoción
¡Vergüenza
recriminaban!
Las que les
quedaba voz
Y no era para
menos
Era un agravio
mayor
Pues niños de doce
años
disputaron el
balón
pero uno cayó
al suelo
y allí nadie perdonó
que siendo de los
contrarios
el otro lo
levantó.
Ante tamaña
vergüenza
Una bestia, como
padre,
El guante al
campo lanzó
Y el del equipo
contrario
Yo no sé lo que
pensó
Y allí rodaron
cabeza
Allí se armó la
de dios.
MORALEJA
Rojos, rojos,
colorados
se han puesto los
de Alaró
pues pasarán a la
historia
porque aquí se
celebró
entre unos
cabezas huecas
La batalla del
balón.