Enamorado
Buscando en los
sueños mi mañana
Pues se ahoga,
negra noche, mi esperanza
Al sentirme de tu
lecho desplazado.
Me despierto lamentando que he gritado
Descubriendo con
horror al cruel fantasma
Que, al final, es
el reflejo de mi alma
Que se humilla por tu cuerpo deseado
Pero pronto se ilumina el vasto campo
Sin que vea en su
armonía la venganza
Pues no existe en
un ser enamorado
Sentimiento que
entrañe represalia
Solo ilusión y
bienestar apasionado
Y el dulce
atardecer, con paz y calma.